Skip to main content

Salvo en contados casos, los niños por lo general no tienen un problema de alimentación, ni de apetito, sin embargo existe siempre en nosotros la preocupación porque los niños se alimenten “bien” y eso nos puede llevar a presionarlos y en algunos casos, hasta a obligar, amenazarlos, chantajearlos o distraerlos con tal de que coman lo que nosotros creemos que “deben comer”. 

El acto de comer es intuitivo y debe ocurrir cuando la biología del niño lo indique. El cuerpo enviará señales de “tengo hambre” o de “ya es suficiente”. Estas señales se ven interferidas cuando existe un adulto exigiendo comer, “entonces” ya no voy a comer porque sienta hambre, como porque he visto que eso hace feliz a mamá, y un niño hará lo que sea con tal de sentirse aprobado.

Esa señal biológica se pierde cuando hay presión, obligación, amenazas: “si no comes, entonces…”, o chantajes: “si comes todo, entonces…”, el niño deja de escuchar a su cuerpo y empieza a escuchar lo qué esperan de él.

Muchas veces llegamos a usar las «golosinas» como premios.

Regresemos a nosotros, el adulto que cría.

¿Cuántos de nosotros, hoy sabemos escuchar las señales de hambre y saciedad?, ¿cuántos sabemos parar?, ¿cuántos de nosotros aplazamos la hora de la comida?, ¿cuántos de nosotros pasamos hambre porque “ya fue demasiado”?, ¿cuántos de nosotros nos excedemos comiendo hasta dejar limpio el plato? Todo esto tiene que ver con la forma en que fuimos alimentados en la infancia.

Porque esperamos que un niño coma igual que un adulto: quietos, sentados, a horas a veces exactas, ciertos alimentos y una porción grande; olvidando que su cuerpo funciona distinto, que su apetito es más intuitivo, que si damos ejemplo de comida insana y eso es lo que hay en la cocina, eso es lo que más les provocará, que sus pancitas son más pequeñitas, y que ni entre adultos nos gusta comer los mismos alimentos.

Este círculo vicioso no lo va a parar tu hijo, el adulto eres tú. Trabaja en tus inseguridades, en tu miedo, en tus creencias y en soltar esa preocupación y presión, así tú y tu hij@ volverán a recuperar la alegría de comer en paz.

Con cariño MaJo.

Abrir chat
1
💬 ¿Necesitas ayuda?
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?