La leche materna es un recurso natural, seguro y renovable. Nuestro cuerpo tiene la capacidad de producir leche, y de este modo se evita el costo del consumo de agua, electricidad y recipientes. También está demostrado que los bebes que toman leche materna se enferman menos, consumen menos medicación y eso ayuda al medioambiente.
Un concepto importante es, que la leche materna es un alimento vivo: la madre genera cantidad de leche que su cría necesita.
Socialmente hay que mejorar las prácticas de lactancia materna; las madres deben prepararse para amamantar, para poder lograr lo que es natural, ancestral y con enormes beneficios tanto para la madre como el hijo.
La lactancia materna es clave para el desarrollo sostenible ya que vincula la lactancia materna con la nutrición y la seguridad alimentaria; la salud con el desarrollo y la supervivencia; la lactancia materna es la práctica ambientalmente sostenible de alimentación por excelencia en comparación con otras alternativas.
La lactancia materna produce 0 impacto ambiental
Cero consumos de recursos naturales
No contamina
No genera residuos
Por otro lado, la lactancia artificial necesita de vacas, grandes extensiones de terreno para producir alimentos para las vacas, agua e incluso el uso de fármacos para su producción. A la leche artificial se le coloca productos vegetales, azucares, y un sin fin de componentes artificiales. Fuera de eso, para su comercialización se requiere producir envases contaminantes como plásticos, aluminio, entre otros y para su distribución se requiere grandes movimientos vinculados al transporte. Y para entregar este producto a un bebé se requiere grandes de cantidades de biberones, calentadores, utensilios, cepillos, etc, y lamentablemente casi todos son plásticos.
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