Voy a hacer una pequeña pero trascendental reflexión que, de alguna manera, le dio un giro total a mi perspectiva sobre mí misma en este mundo. Toda la vida me “creí” la etiqueta de que yo soy una persona enojona, fuerte, irritable, etc. Pues bien, toda la vida me lo creí, y he tratado de calzar en esa creencia, obviamente, en total inconsciencia. Mi caminar por la vida ha sido muy marcado por estas creencias de misma, incluso mi cuerpo lo delata, debo mantenerme fuerte, firme, rígida, no importa lo que sea, sigo cargando pesos, total “soy fuerte” y debo verme así.
Pero, el otro día, leí algo de “SER o ESTAR”, o mejor aún, “SOY o ESTOY”; y empecé a ver sin tapujos quién era yo en realidad. Indudablemente, empiezan a salir de mí palabras que me siguen etiquetando y eso ¡no me gusta!. Les explico por qué no me gustó lo que estaba pasando…
Resulta que me di cuenta que por mucho tiempo me etiquetaron y me etiqueté con palabras muy marcadas, y eso ha formado una limitada imagen de mí. Me doy cuenta de que no soy solo eso que creía ser, sino que en verdad, soy mucho más que eso y no me he permitido serlo. Quiero decir que, el decirme a mí misma: «Soy fuerte», no me ha permitido muchas veces ser flexible. Es decir, si soy fuerte ¿cómo me voy a mostrar débil?
Confieso que es muy liberador ser consciente de este cambio en mi propio chip mental, y ser más honesta conmigo misma me abre a un mundo de posibilidades. Al soltar las etiquetas auto impuestas de mí misma puedo experimentar «estar enojada» por una situación (como todos), pero también me permito experimentar «ser amorosa y flexible», sin sentir que no me calza estar así. A lo que me refiero es que, sin más ni más, he dejado atrás las etiquetas puntuales que tenía de mí misma y me permito definirme con lo que estoy viviendo en el momento presente.
Entonces, he ido cambiado el «soy así», por «estoy así», o mejor aún «me siento así». Descubrí que estas etiquetas auto impuestas me han limitado, no me han permitido ser honesta conmigo misma y lo que es más triste, me hicieron creer que solo era eso. ¡He descubierto, sin culpas y con mucho entusiasmo, que soy todo lo que deseo ser y que soy eso y mucho más que eso!!!!
Cambiar los «soy» por el «estoy», nos permite salirnos de algunas cargas auto impuestas y nos permite ser más que los que creemos ser.
Esto ha sido muy revelador en mi maternidad porque no deseo ser etiquetada como un tipo de madre, deseo experimentar con libertad todos los estados emocionales que aparecen, sin miedos. Así me permito auto descubrirme una y otra vez, encontrando mi mejor versión, de manera honesta, congruente y simple, porque entiendo que soy un ser en constante proceso de transformación, y así materno, así crio.
Con cariño,
Majo.
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