Una de las preocupaciones más escuchadas por parte de las mamás después de tener a sus hijos (inclusive años después), es qué hacer para detener, revertir o esconder la caída de cabello. The struggle is real! no importa cuantas veces pases por ese proceso, es un trauma ver los mechones de cabello en la almohada, en la ducha o en el piso, después de unos meses de haber dado a luz.
Personalmente, opté por cortarme el cabello muy corto con mis primeros 2 hijos y el proceso era más llevadero; pero con el tercero, tenía muchas ganas de volver a mi melena y me negué a cortarme. Por esto tuve que ver los mechones que caían cada que pasaba el peine, bañarme era un martirio pues parecía que tapaba la ducha y andar por la casa recogiendo mis pedacitos era muy molestoso.
Esta vez acepté pasar por este proceso de ver cómo se formaban entradas en mi cabeza y no morir en el intento. Pese a saber que era eso, un proceso natural y que no había fórmula mágica en contra de esto, me costó acostumbrarme, verme al espejo y buscar formas de verme “linda” – en mi caso además de todo, los pocos cabellos que me quedaban eran canas -.
Tengo que confesar que tomé vitaminas milagrosas, me alimenté bien, usé shampoos recomendados, e igual tuve que esperar el tiempo que el cuerpo necesitaba para que la caída termine, y el crecimiento empiece. Ahora tengo unos churritos/colochos/churos (como los llamen) de todos los tamaños con los cuales debo batallar, pero que me recuerdan sobre la resiliencia del cuerpo…estamos diseñadas para todo esto.
Con cariño
Belén
TIP: Para peinar esos baby hairs, lo mejor es hacerlo con un cepillo de dientes!