Esta no suele ser una pregunta usual al pediatra, ya que la norma es casi siempre que a las niñas recién nacidas se les ponga aretes de oro antes de irse a casa. Muy pocas veces los padres me consultan si está bien hacerlo, o si carece de sentido. Pues bien, esta vez no pondré referencias bibliográficas al final de este artículo, simplemente porque no las necesito, ya que la respuesta es muy simple: “PREGÚNTALE A TU BEBÉ SI QUIERE QUE LE PONGAS LOS ARETES”.
Para dejar las cosas claras, empezaré diciendo que la información que les presentaré obedece a mi manera de pensar, la cual se basa en el RESPETO y la INDIVIDUALIDAD. Respeto a todos y cada uno de los niños, y al principio de que cada niño, o cada familia, es un universo particular. En segundo lugar, ponerle aretes a las bebés tiene una muy fuerte connotación cultural, ya que en muchos países nadie lo hace y lo consideran algo absurdo y sorprendente. No pueden creer que acá lo hagamos de manera rutinaria.
Poner aretes, en casi todas las ocasiones se realiza utilizando el mismo arete y generando presión para perforar el lóbulo de la oreja. ¿DUELE DOCTOR? Obviamente duele, y duele mucho. La capacidad para sentir dolor aparece desde la semana 20 en la gestación, aunque los receptores para percibir dolor (llamados nociceptores) ya están en la piel alrededor de la boca desde la semana 7. Los sistemas endógenos para modular el dolor (¿Leyeron algunas vez sobre las endorfinas?) funcionan recién desde la semana 40, quiere decir que las recién nacidas no solamente percibirán el dolor de la perforación por el arete, sino que no podrán modular la respuesta dolorosa de manera interna o propia.
¿Para qué ponemos los aretes a las bebés? Pues para verlas más lindas… o sea, para que nosotros los adultos la veamos así, ya que las niñas pequeñas en ningún momento tendrán la conciencia de lo que le acaban de poner. Algunos dicen que poniéndoselos a esa edad hay menos dolor, y de esa manera se evitan hacerlo cuando sean más grandes. ¿Por qué no esperar a que cada niña decida el momento adecuado para hacerlo?
Les digo algo muy sencillo: “Todo lo que alguien hace por vanidad, o para mejorar su apariencia, simplemente no duele”. Pero cuando es por propia voluntad. ¿O acaso los adolescentes y los jóvenes evitan los piercings, o los tatuajes? ¿Acaso evitan cuanto procedimiento de belleza existe por el dolor? Pues no, lo hacen con gusto y alegría. Pero lo más importante es que lo hacen porque quieren hacerlo, porque lo deciden así, y nadie se los impone.
Los aretes no definen el género, no por ser mujer DEBE usar aretes. No olvidemos además que poner aretes podría traer complicaciones como infecciones, alergias, o éstos podrían engancharse en la ropa y producir lesiones serias.
En conclusión, dejemos que cada niña decida el mejor momento para usar los aretes. Quizás decida no usarlos. Dejemos de perforar orejas tan sólo por cumplir una norma social, o alcanzar algún parámetro de belleza que alguna vez alguien impuso sin consultarles a los niños. Respeto, es lo único que debe ser constante. Embellezcamos a nuestros bebés de la manera más simple y natural: la sonrisa. Hazlos sonreír, y recuerda que el dolor no es el mejor ingrediente para lograrlo.
Gustavo Rivara D.
Pediatra Neonatólogo & Puericultura
Payaso de Hospital
FUENTE:
– El sentido común
