Recordemos que los niños tienen poco desarrollado el lenguaje y las palabras pueden llegar a ser poco comprendidas; el modo natural de expresión, comprensión y aprendizaje son las sensoriales y las experiencias que tienen cada día.
A continuación te proponemos formas de expresarnos:
- Usa tono sutil, suave y siempre respetuoso al comunicarte
Das lo que recibes, y es inevitable. Trátalos con respeto y te responderán de la misma manera. Los tonos de voz duro causan miedo y es inevitable que el niño sienta rechazo por nuestra parte.
- Juega con ellos
El juego es la manera más natural de generar una conexión fuerte y amorosa. Para un niño jugar con los papás es un momento sublime de mucha felicidad y gozo.
- Qué cada despertar sea amoroso
La manera en la cual despertamos a nuestros hijos influye en el resto del día, es lo primero que perciben de nosotros en el día. Crea un ritual de mimos en lugar de “buenos días” o “a levantarse”.
- No esperes perfección
El mundo adulto tiene la creencia de “corregir” y de reprochar a los niños por sus actos de manera sobrecargada. Eso genera en un niño un sentir de sobre exigencia y baja autoestima. Un niño puede llegar a sentir que no es lo suficientemente “bueno” para los parámetros de los padres. Todos los niños quieren agradar a sus padres. Recuérdales constantemente lo maravillosos que son, establece límites respetuosos y coherentes con amor, sin caer en gritos o chantajes.
- Atención y escucha plena
La atención plena de los padres a los hijos les da confianza y autoestima. Escuchar sus historias, sus ocurrencias, sus chistes, sus necesidades, sus novedades, es abrirles un espacio para conectarnos y darles presencia de calidad. A todos nos gusta sentirnos escuchados.
- Abrazos
Los niños pequeños son pura percepción y dan prioridad a los sentidos, sobretodo del tacto y contacto. Dar afecto físico involucra una recarga energética única y es tan valiosa para su cotidianidad que pueden ver el mundo a través de ese amor. Aunque a muchos adultos por sus propias historias de vida les resulta difícil dar besos y abrazos, la invitación es a hacer un esfuerzo cada día para darles afecto, poco a poco esto resultará más fácil y dejará huellas de seguridad profunda en la vida de los hijos.
- Míralos con amor
Una cara sonriente y tranquila da la señal de aprecio y aceptación. Cuando los niños piden o hacen algo y les respondes con un gesto amable, tus hijos entienden y aceptan lo que les quieres decir.
Pienso que, más que un paso a paso de cómo expresar sin palabras es una forma y estilo de vida que vamos aprendiendo y experimentando cuando estamos maternando o paternando, la crianza con respeto es una forma de cambiar el mundo.
Con cariño Majo