Es verdad que aumentamos de tamaño durante el embarazo, y nos hemos preparado sicológicamente para eso, pero nadie nos dijo que hincharnos era parte del trato. Empezar a ver nuestros dedos, cara, tobillos , pantorrillas que crecen desproporcionadamente es algo para lo cual no estábamos preparadas.
La hinchazón durante el embarazo se llama edema, y es causado por la retención de líquidos especialmente llegando el tercer trimestre de gestación. Se da porque las glándulas producen más cantidad de la hormona que sirven para retener líquido. Además, nos hinchamos especialmente las piernas, pies y tobillos ya que el útero agrandado interfiere en el flujo sanguíneo normal que va al corazón, entonces se acumula el líquido en las piernas.
Hay algunos factores que deberíamos evitar para no propiciar la hinchazón:
- Estar de pie por mucho tiempo
- Hacer mucha actividad sin descanso
- Clima caliente
- Comer cosas muy saladas
- Niveles bajos de potasio
- Altos niveles de cafeína
Pero ojo, no nos pongamos exageradas en evitar lo arriba mencionado, ya que hincharse al final del embarazo es casi tan normal como estar embarazadas, viene en el paquete. Lo importante es manejarlo para que no se vuelva un problema, y lo que podemos hacer es:
- Tomar mucho (mucho) líquido
- Elevar los pies siempre que podamos
- Descansar frecuentemente y cambiar de postura
- Tener una dieta equilibrada baja en sodio y evitar (lo que más puedas) comidas procesadas
¿Cuándo la hinchazón es un problema?
Si desarrollas alguna de las cosas que describimos abajo, es mejor que te comuniques con tu docto@
- Dolor, enrojecimiento, endurecimiento/hinchazón de alguna área de tu cuerpo
- Una pierna más hinchada que la otra
- Hinchazón en tu cara o manos (para las últimas semanas es muy normal que tengamos “cara de parto”, es decir ya nos hinchamos ligeramente), para diferenciar y que quien nos atienda pueda diagnosticar, es bueno tener a mano una foto de cómo éramos antes del embarazo.
- Dolor de cabeza
- Dolor de barriga
- Dificultad para respirar
- Fiebre
Nota: antes se relacionaba la hinchazón con preeclamsia, una condición que pueden desarrollas las mujeres embarazadas, relacionado con la presión alta. Ahora se ha demostrado que no es un indicador de esta enfermedad, pero al ver algún síntoma de los anteriormente mencionados es bueno hacerte un chequeo.
