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Quienes hayan presenciado algún alumbramiento animal mamífero, ya sea de una vaca, perra, chancha, oveja, etc.; se habrán dado cuenta de que uno de los rituales más comunes de estas madres es que luego de dar a luz a sus crías, se comen sus propias placentas.

Si la gran mayoría de los mamíferos se comen sus placentas, ¿por qué nos parece extraño que los humanos la ingieran entonces? Desde que el mundo es mundo, muchas culturas ancestrales han venerado este órgano que por nueve meses mantiene unidos a madre e hijo; permitiendo su crecimiento, protección y vida.

En tu país puedes investigar si es posible solicitar la entrega de su placenta luego del parto, ya sea en hospitales públicos o en clínicas privadas. En algunos países la placenta es considerado por ley como un órgano y no como un desecho biológico.

Pero, ¿es sólo un ritual simbólico o trae beneficios verdaderos? ¿Qué culturas y tradiciones veneran este órgano temporal y cómo lo hacen?:

Sin placenta, no habría vida nueva

Partamos por la base de lo fundamental que es la placenta para la conexión vital entre madre e hijo y para el desarrollo y nacimiento de cualquier bebé; ya sea animal o humano.

Se trata de un órgano temporal que se desarrolla únicamente para el crecimiento y mantenimiento del feto durante el período de gestación, uniéndose al bebé por el cordón umbilical. Dentro de sus principales funciones se encuentran las siguientes:

– Protege al feto frente a traumatismos y agentes infecciosos.

– Transporta los nutrientes, hormonas y el oxígeno entre madre e hijo.

– Permite que el feto pueda descartar sus desechos y residuos a través de los riñones de la madre.

– Permite el desarrollo de la madre para la futura lactancia y controla su metabolismo.

Rituales simbólicos para celebrar la vida

Para los indígenas la placenta es un símbolo de vida y representa la relación entre la madre y el/la recién nacido/a.

Los Mapuche son grandes referentes en lo relacionado a parto respetuoso y natural. El nacimiento de un nuevo hijo siempre ha sido motivo de celebración masiva para ellos, y por siglos, gran parte de las madres mapuche han seguido un ritual especial para despedir a la placenta.

Una vez que se produce el alumbramiento (expulsión de la placenta), una partera mapuche la observa detenidamente y la «lee» para decir cómo será la vida del recién nacido, su salud, etc. Luego, envuelven el órgano en un paño cubierto de hojas de ajenjo y se realiza una celebración familiar donde se entierra la placenta en el terreno donde habita el recién nacido, generalmente bajo un árbol nativo (Canelo) o un frutal. Esto para que el niño o niña quede protegido de los malos espíritus y para qué otorge protección diaria y fortaleza física.

Enterrar la placenta

La cultura rapa nui también celebra la vida del recién nacido, agradeciendo a la placenta su rol de protección y cuidado entre madre e hijo, para luego devolverla a la tierra en un ritual familiar; plantando el órgano junto a un árbol para que éste crezca a la par con el niño o niña.

Los Maoríes de Nueva Zelanda también entierran la placenta, para que el niño nunca olvide sus raíces y respete su tierra natal y sus orígenes.


Puedes leer más sobre la placenta, y vista desde una parte más energética, en este artículo LINK.


Fuente de nutrientes y otros beneficios medicinales

Cápsulas de placenta

Hay muchas mujeres que la están consumiendo a través de píldoras, batidos y hasta platos preparados; y cada día hay más médicos, parteras, matronas y doulas que aprueban y recomiendan comérsela.

Entre los beneficios que se le atribuyen, se destacan los siguientes:

– Aliviaría la depresión posparto y reduciría el riesgo a padecerla

– Reduciría el sangrado posparto

– Incrementaría la producción de leche materna y la energía de la madre

– Disminuiría la fatiga y anemia, aumentaría el hierro y nivelaría las hormonas de la madre tras el parto

– Ayudaría al útero a regresar a su estado normal

– Mejoraría la cicatrización y calidad de la piel

– Provocaría un sentimiento de bienestar y experiencia en el proceso reproductivo, que beneficia a la madre

En China, por ejemplo, la placenta es considerada un remedio contra la vejez y ha sido utilizada por más de dos mil años como ingrediente para incrementar la energía y vitalidad de la persona que la ingiere.

El investigador y doctor en Medicina, Sergio Sánchez, lleva trece años estudiando los beneficios de ingerir la placenta y señala en la revista Paula que «las diferencias bioquímicas entre madres que ingieren y las que no, son sorprendentes».

Dentro de los beneficios rescatados de su estudio, señala que aquellas mujeres que la habían ingerido tenían 11 aminoácidos más en la sangre, fundamentales para fabricar hormonas, proteínas, neurotransmisores y dinámicas inmunológicas; y la presencia y diferencia significativa en la actividad de la vitamina K, que es antihemorrágica y tiene oxitocina, lo que ayuda a contraer el útero.

Escrito por Macarena Fernández

¿Estás de acuerdo con la ingesta de la placenta? ¿Qué otros rituales o beneficios médicos de este órgano conoces?

Puedes compartir tu experiencia sobre lo que hiciste con tu placenta, escribiéndonos a: hola@mamylounge.com

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