Nacer con dignidad, armonía y respeto involucra también desmedicalizar la concepción, la gestación y el parto.
¨En un parto las intervenciones médicas deberían
ser una excepción y no una regla. ¿Por qué nos resulta difícil confiar en el proceso?¨
Las prácticas invasivas
se han vuelto comunes, de hecho, han sido insertadas desde 1915, cuando el obstetra Joseph DeLee,
en un encuentro
médico expuso su visión del
parto como un “proceso patológico”, que debía ser atendido solo por obstetras y
donde además recomienda el uso de forceps, la episiotomía, la administración de sedantes, el cloroformo y medicación para acelerar la salida
de la placenta. Estas influencias fueron decisivas desde los años 30 y han contribuido
al olvido de la práctica tradicional del parto y han fomentado su medicalización.
Despertar el instinto.
Somos humanos pero
también somos mamíferos. Debido al miedo, la práctica de la medicalización del parto se ha impuesto, a tal punto que ponemos nuestra salud en manos
ajenas, opacando nuestro instinto, alejándonos y
desconectándonos de nosotras mismas y de la naturaleza.
Frente a esto, podemos confiar en el proceso organísmico de nuestro
cuerpo, confiar en nuestro instinto y en la naturaleza, con el único fin de evitar, en lo posible, la sustitución de un proceso natural.
¨Cuanto más aceptemos nuestro lado salvaje
mamífero, más confianza tendremos al tomar decisiones¨.
Preparación
durante la gestación.
Cuando vamos a tener un
hijo debemos tomar conciencia que nuestro cuerpo albergará un nuevo ser humano,
nuestro cuerpo será su ecosistema, y por ende debemos prepararnos de manera física y emocional para
aportar a que todo fluya de la mejor manera posible; debemos hacer una revisión de nuestros
hábitos, de nuestros alimentos y de nuestros pensamientos.
Al hacernos cargo de
nuestras emociones estaremos permitiendo que su ambiente de desarrollo sea favorable, y por supuesto, confiar en los procesos naturales es de gran ayuda para tener
seguridad durante la gestación.
Como
quiero que se desarrolle mi parto.
En lo personal, este punto fue clave y muy decisivo para mi
parto. Debemos tener claro cómo queremos que se desarrolle el parto.
El personal que nos
atenderá debe tener claro, incluso por escrito, qué queremos que pase y qué no queremos que pase, evitando así intervenciones innecesarias y peligrosas. Hacer un plan de parto nos ayudará además a
informarnos y tener claro qué es lo que queremos.
¨Las imposiciones, las amenazas, las exigencias o el autoritarismo durante el parto, inhiben las oxitocinas. En esos casos, los
partos se detienen o se complican¨.
Michel Odent, médico obstetra francés, y
uno de los defensores más notables del parto respetuoso dice que “las mujeres debemos tener las condiciones necesarias para abandonar
toda preocupación del mundo físico, todo control, toda racionalidad, para
sumergirnos en una dimensión sin tiempo y sin resultados hasta llegar al
periodo del expulsivo.”
¨Inversamente a la naturaleza femenina, desde el
patriarcado, se ha ejercido un fuerte control sobre todos los aspectos de la
sexualidad femenina, incluyendo el parto y el amamantamiento¨.
Momentos
clave.
La parte más crítica e
inhumana de la medicalización del parto es, sin duda, la práctica protocolaria de separar al bebé de su madre al momento de nacer. Salvo en contados casos donde la vida del bebé
o la madre corre peligro no hay nada que justifique esta barbarie, que trae
consecuencias neurológicas muy graves para el bebé, y que se podrían
manifestar a lo largo de toda su vida (me comprometo a escribir sobre este tema
en un futuro post).
¡Vamos! no es urgente medir al bebé, ni pesarlo, ni inyectarle vitaminas,
ni mucho menos bañarlo. Lo que un bebé necesita al nacer es su ecosistema: su madre. Y ¿cómo no? si se está enfrentando a un mundo desconocido, lo único que
necesita es la piel, el olor, el sonido, el abrigo, la nutrición, el contacto y
la atención de la madre; lo único que necesita es mantener la conexión con el
cuerpo que fue su hábitat.
“Para cambiar el mundo, primero tenemos
que cambiar la forma de nacer”. Michel Odent
Con cariño
Majo